Por: Salvador Fernández del Castillo F.
Las ciudades son entes vivientes que están en continua evolución, crecen y se desarrollan, se estancan y en ocasiones decrecen. Su evolución no es uniforme, depende de circunstancias varias, las que en ocasiones son difíciles de prever. Algunos barrios antiguos adquieren nuevo valor, se regeneran cambiando su uso, otros se deterioran y pierden su antiguo esplendor. Algunas zonas de las ciudades crecen en forma desordenada y permanecen por largo tiempo como zonas marginadas alejadas de los servicios, en ocasiones careciendo de los más elementales. Otras zonas de la ciudad atraen inversiones importantes, densificando su población y aumentando su valor, se saturan y sufren de tráfico intenso.
La planeación de la ciudad
Por todo ello se requiere una gobernanza atenta y activa, una planeación dinámica de las ciudades, que se vaya modificando según se vaya requiriendo a lo largo de los años, para adecuarse a las nuevas circunstancias cambiantes, sin perder la visión de largo plazo.
La planeación de las ciudades requiere de permanente seguimiento, de frecuentes ajustes y revisiones, las que no pueden dejarse de hacer, ya que los resultados del crecimiento o evolución desordenada llevan consigo resultados negativos que son muy difíciles de corregir posteriormente. Asentamientos en zonas de riesgo, invasión de zonas de interés ambiental, asentamientos carentes de los servicios básicos, hacinamientos en construcciones inseguras, deterioro de zonas o barrios de interés cultural, deterioro ambiental, visual y pérdida de atractivo turístico. Saturación urbana indeseable, entre otros efectos negativos.
La planeación de las ciudades, para ser efectiva, requiere de una eficaz gobernanza, la qué apoyada por distintas disciplinas, puede tener resultados positivos.
Las ciudades desiguales
La forma como se desarrollan las ciudades tiende a crear desigualdad en sus habitantes; en el ingreso familiar, en el acceso a los servicios y en las oportunidades de trabajo para sus pobladores. Un desarrollo desequilibrado se traduce en mayores desplazamientos, acrecentando la demanda del transporte público y particular, complicando el tránsito.
Cuando las oportunidades de trabajo, el acceso a la educación, a los servicios y a las instalaciones de salud, no son cercanos a la ubicación de la vivienda, los habitantes de la ciudad invierten buena parte del día en los traslados, perdiendo la oportunidad de aprovechar su tiempo en otras actividades como son: la capacitación, el deporte y la tan importante convivencia familiar y en su bienestar. Cuando el desarrollo de las ciudades no es equilibrado, La productividad general de la población se ve disminuida afectando la economía de la ciudad.
La necesidad de regular el crecimiento
El crecimiento y desarrollo de las ciudades debe ser regulado, atendiendo a las necesidades de la población y su equilibrado desarrollo. No puede abandonarse a las simples fuerzas de mercado, por ello es tan importante contar con un plan preconcebido, bien estudiado y flexible, requiriendo la aportación de distintas disciplinas. Se requiere el ejercicio de la autoridad para encausar y dirigir la forma como se desarrolla y se puebla la ciudad. La tecnología tiene un papel crecientemente importante para lograrlo. Cada vez se cuenta con mejores herramientas.
La ciudad para todos
La ciudad debe ser Equitativa : Lograr que todos los habitantes tengan las mismas oportunidades y acceso a los servicios y a la educación.
La ciudad debe ser Justa : En donde prevalezca el orden y el estado de derecho, se ejerza la justicia oportuna y con equidad.
La ciudad debe ser Segura: En donde la tasa de delitos sea mínima y estos sean castigados con severidad y no exista impunidad. Que la gente se sienta confiada al salir a la calle sin temor. Que pueda desarrollar sus actividades sin el acoso de la delincuencia. Con normas de comportamiento claras y que estas sean del conocimiento general respetadas.
Una ciudad Saludable , limpia: En donde no existan focos de infección, basureros al aire libre, ductos de aguas negras al descubierto, sin emisiones contaminantes o dañinas y en la que los casos de enfermedad sean atendidos con eficacia.
Ciudad con Buena movilidad interna : En donde el espacio público sea compartido en forma equitativa por todos los usuarios: peatones, ciclistas, transporte público y autos.
Contar con un Buen transporte público : suficiente, oportuno, cómodo, seguro y accesible a toda la población.
Ciudad Próspera
: Con una economía sólida, creciente, bien cimentada, razonablemente estable que proporciona oportunidades de trabajo para todos.
Las ciudades deben ser Inteligentemente planeadas , para igualar en lo posible los servicios y oportunidades para toda la población.
Es necesaria, casi indispensable, una Gobernanza Eficiente y Efectiva, que hagan posible llevar a cabo lo planeado. Ya no en válido dejar hacer, dejar pasar, sin un orden y la meta de lograr una ciudad para, que sea justa equitativa y sostenible.
Con la meta de i gualar las oportunidades de desarrollo y prosperidad para toda la población . En donde se pueda Acceder a los distintos niveles de educación, y a una buena oferta cultura .
Contar buenos Servicios de salud , accesibles y cercanos para toda la población. Disponer de Comercio cercano : Suficiente, variado y bien abastecido.
Buena oferta al Deporte y al Ocio , contar con áreas verdes y acceso a la sana diversión.
Las ciudades de la cercanía
Como se ha mencionado anteriormente, los grandes desplazamientos dentro de la ciudad originan notables pérdidas de tiempo para sus habitantes, consumiendo calidad de vida y oportunidades a los ciudadanos; otro impacto es en la economía familiar por el costo del transporte, proporcionalmente más alto para los sectores más desprotegidos; otro efecto es la saturación de las vialidades.
La manera de evitar esos inconvenientes es disponer de todo cerca; vivienda, trabajo, centros educativos y los servicios más demandados como son: el mercado de víveres, los servicios de salud, las áreas de esparcimiento, etc.
Para lograr lo anterior, la tendencia actual es lograr “Las Ciudades de las Cercanías” , en las que ahora se pretende dar prioridad y facilidades a la circulación del peatón y a los vehículos autopropulsados, antes que a la construcción de cada vez mayor infraestructura para la circulación de vehículos.
Algunos ejemplos de la aplicación de las nuevas tendencias, es el plan para la reconfiguración del centro de Barcelona, en la que una de cada cuatro calles será peatonal, y en los cruces de esas calles se construirán pequeñas áreas verdes.
Otro ejemplo es el plan “La Ciudad de los quince minutos” para el desarrollo de París, en el que se pretende eliminar lo más posible el uso del automóvil, logrando que las necesidades más comunes de traslado se resuelvan caminando quince o veinte minutos, o en vehículos autopropulsados, como son la bicicleta o el patín; necesidades como el comercio, las escuelas, el consultorio médico, la sucursal bancaria, la parada de el transporte público, entre otros. Para ello se han eliminado los espacios de las calles ocupados anteriormente para el estacionamiento de vehículos, convirtiéndolos en carriles para la circulación de bicicletas.
Se ha demostrado que las calles peatonales mejoran las relaciones entre los vecinos, creando el sentido de pertenencia, mejorando el comercio y la economía local. Se estimula la creación de negocios locales, de pequeñas empresas que generen fuentes de trabajo cercanas a la vivienda. Las empresas grandes y pequeñas pagan impuestos, lo que permite a la autoridad mejorar la infraestructura urbana, la conservación, mantenimiento, reposición y actualización de los sistemas y el mobiliario de la ciudad.
Al disminuir la necesidad de uso del automóvil, se mejora la calidad del aire de la ciudad, se logra un menor consumo de los combustibles fósiles. Se logra una mejora en la salud de los habitantes, disminuyendo el índice de enfermedades como son: la diabetes, la hipertensión y el sobrepeso, entre otras, porque la gente se mueve más, haciendo más ejercicio.
Las ciudades con distintos centros de población
No todas las ciudades pueden adoptar íntegramente la política de los quince minutos, en parte porque se desarrollaron hace años y funcionan de manera distinta, resultando muy difícil modificarlas, sin embargo, en ciertos barrios y sobre todo en poblamientos nuevos, sí es posible adoptar el criterio de priorizar el bienestar de las personas, la circulación peatonal y los vehículos autopropulsados sobre la circulación de automóviles.
En ciudades extensas, la creación de varios centros urbanos resulta ventajoso, en términos de evitar largos desplazamientos de la población hacia el centro. En esos centros secundarios de ciudad, se concentran los servicios básicos que los habitantes requieren, evitando largos desplazamientos.
La creciente importancia de la tecnología en el mejor desarrollo de las ciudades.
Las nuevas tecnologías constituyen herramientas muy valiosas para la mejor administración de las ciudades, proporcionan información oportuna que anteriormente resultaba muy tardado y difícil de obtener como es el control efectivo del tránsito con semáforos inteligentes. Los estudios de origen y destino en tiempo real, el control de los planes del desarrollo físico de la ciudad, El control de la movilidad en general y especialmente del transporte público. La administración de ingresos e impuestos, y de su pago por vía remota. La distribución del agua potable, entre muchos otros aspectos de la altamente compleja administración urbana.
“Ciudades inteligentes” se llama a las ciudades que han implantado en forma generalizada sistemas digitales para su administración. En nuestras ciudades de América Latina se irá avanzando a mayor velocidad, en la medida en que toda la población tenga acceso al internet.
Síntesis
La infraestructura urbana y las vialidades deben ser para el provecho de sus habitantes en general, no solo para los automovilistas. Una mejor ciudad es tarea de todos, no solo de la autoridad, es un tema de cultura general que se adquiere en el hogar y la escuela, tema de conciencia social y de responsabilidad compartida. Transitar del desorden al orden. Desplazarse de lo anterior a lo mejor, debe ser la prioridad de los urbanitas.
